El agua es la bebida sana por excelencia. El agua quita la sed, hidrata la piel y es ideal para el organismo pues arrastra las toxinas favoreciendo su eliminación a través de los riñones, que son los responsables de eliminar los desechos que nuestro organismo no necesita.
Además del agua hay otras bebidas beneficiosas para la salud. Las más importantes son:
- Los zumos y batidos de frutas, ricos en vitaminas y nutrientes.
- El agua con gas, que también tiene propiedades diuréticas, aunque debe vigilarse su consumo en exceso.
- El té o las infusiones, relajantes y muy sanas por sus características diuréticas.
Se recomienda beber unos 2 litros de agua al día.
El agua es la bebida sana por excelencia ya que nos aporta excelentes beneficios para el organismo, una satisfactoria hidratación corporal y eliminación de las toxinas.
El agua es el elemento ideal para satisfacer las necesidades diarias de consumo de líquidos, estimado en dos litros diarios y es fundamental para el metabolismo y las funciones fisiológicas, pues nos proporciona elementos indispensables para un correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Sin embargo una dieta saludable y equilibrada puede incluir también otros tipos de bebidas además del agua, que nos aportan un alto contenido energético y un excelente valor nutritivo.
El agua con gas contiene ácido carbónico disuelto, que se traduce en pequeñas burbujas. Este tipo de agua no aporta, como el agua normal, ninguna caloría.
Gracias a las propiedades del ácido carbónico, estimula la secreción de los jugos gástricos por lo que facilita el proceso de digestión. Sin embargo, aquellas personas que padezcan problemas de gases (aerofagia o meteorismo) han de evitar su consumo y el de otras bebidas carbónicas, ya que todas ellas empeoran síntomas como los gases y la hinchazón abdominal.
Los zumos de frutas son la sustancia líquida que se extrae de los vegetales y son muy ricos en vitaminas y nutrientes. Una alimentación equilibrada debe incorporar cada día, al menos, tres piezas de fruta, y por ello los zumos son ideales para incorporarlos en una dieta sana, tanto si se ingieren entre horas, como tentempié o como postre.
Los zumos con más azúcar nos aportan mucha más energía, por lo que se una buena manera de empezar el día puede ser con un zumo de plátano, higo o uva y remolacha, teniendo como base el limón o la naranja. La sandía y el melón tienen un alto contenido de agua y combinadas con pepino, tomate limón o naranja son una perfecta opción para combatir el calor.
Todos los zumos aportan gran cantidad de agua, así que cualquiera de ellos son válidos para ingerir líquidos.
Las infusiones son perfectas para la salud pues poseen polifenoles y otros antioxidantes que aportan múltiples beneficios.
Beber líquidos antes, durante o después de las comidas no hace engordar ni adelgazar. Lo que sucede es que al diluirse los jugos gástricos, la digestión se enlentece y tarda más tiempo en producirse. Por esta razón es recomendable que las personas con digestiones difíciles o pesadas omitan beber durante las comidas o justo después de ellas.
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