La autoestima es fundamental para combatir la anorexia nerviosa, fomentando al máximo el espíritu crítico, frente a las exigencias de la estética y su valoración exagerada respecto a la aceptación de la persona.
Se debe facilitar la comunicación y mejorar la autoestima, evitar que las conversaciones familiares giren compulsivamente sobre la alimentación y la imagen y evitar bromas y desaprobaciones sobre el cuerpo y el peso.