Automedicarse sin supervisión médica o farmacéutica tiene riesgos para la salud:
- Pueden tener efectos secundarios, reacciones adversas y casos de intoxicación.
- Pérdida del efecto del fármaco en uso en casos en los que no es adecuado. Por ejemplo, puede tomar antibióticos para tratar procesos virales, frente a los que no son eficaces.
- Dependencia o adicción.
- Ocultar los procesos clínicos severos y retrasar así un posible diagnóstico y tratamiento.
- Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la persona esté tomando. Puede haber un aumento o disminución del efecto de la droga.
- Resistencia a los antibióticos. El uso excesivo de antibióticos hace que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa contra estos medicamentos y ya no sean eficaces. Los antibióticos no se toman nunca a iniciativa propia, deben tomarse con la supervisión de un médico.