- No confíes en los envases para proteger a tus hijos (envase resistente a los niños no significa a prueba de niños).
- Nunca proporciones una medicina a un niño en la oscuridad, podrías darle la dosis equivocada o incluso la medicina equivocada.
- Nunca dejes las botellas de vitaminas u otras medicinas sobre la mesa de la cocina o la mesilla de noche, etc. Puede que los niños(as) quieran imitar a los adultos e intenten tomar los medicamento.
- Nunca le digas a un niño que una medicina es una golosina.
- Guarda todas las medicinas -con o sin receta- en un armario cerrado, lejos del alcance de los niños. Incluso los objetos que puedan parecer inofensivos, como el dentífrico para cepillarse los dientes, pueden ser nocivos en cantidades abundantes.
- Mantén siempre las píldoras y líquidos en sus contenedores originales.
La mejor prevención contra el envenenamiento es mantener bien guardados y bajo llave los productos más tóxicos que tenemos en casa, sobretodo si hay niños cerca pues ellos son las víctimas más probables. Y nunca cambiar de envase los productos tóxicos, ya que puede inducir a error y confundir a cualquiera, sea niño o adulto que no sepa que se ha producido el trasvase de líquidos de un envase a otro.
Estos son los productos más peligrosos:
- Desinfectantes para baños y cocinas.
- Productos de limpieza o mantenimiento del hogar, pinturas o pegamento.
- Productos para automóviles como anticongelantes o líquido para el limpiaparabrisas.
- Productos de belleza como cosméticos para el cabello y las uñas.
- Medicamentos.
- Aerosoles y cebos para cucarachas.
- Repelente de insectos.
- Venenos para ratas y otros roedores.
- Productos para eliminar malezas y moho.
- Champú antipulgas o garrapatas, polvos y baños desinfectantes para mascotas.
- Productos químicos para piscinas.
Más información en:
Intoxicaciones
http://www.cruzroja.es/prevencion/hogar_07.html