El IMC solo es aplicable directamente a personas adultas. Para edades inferiores a dieciocho años hay que consultar tablas específicas adaptadas a las variaciones corporales que se producen durante el crecimiento.
Las personas con un IMC superior a 25 deben perder peso. El riesgo de enfermedad aumenta cuando el exceso de peso se asocia con más factores de riesgo como el incremento de la presión arterial, el colesterol malo, la disminución del colesterol bueno, el aumento de triglicéridos sanguíneos y el sedentarismo.