Para la detección de una infección por Helicobacter pylori es necesario realizar pruebas complementarias como el test del aliento o detección de la bacteria o sus antígenos en muestras de heces, así como la realización de gastroscopias para la recolección de muestras (biopsias) de la mucosa intestinal.
El tratamiento erradicador de la bacteria debe realizarse tanto en personas sintomáticas como en personas portadoras, ya que pueden ser la fuente de transmisión para otras personas.