En la enfermedad de Parkinson las manifestaciones clínicas motoras más características se producen cuando las células nerviosas, o neuronas, que hay en un área del cerebro conocida como sustancia negra, mueren o se dañan. Normalmente, estas neuronas producen una sustancia química importante para el cerebro conocida como dopamina, responsable de transmitir señales entre la sustancia negra y otras zonas del cerebro para producir movimientos suaves y decididos.
La pérdida de dopamina causa el deterioro del movimiento. Cuando aparecen los síntomas, la mayoría de personas con Parkinson ha perdido del 60% al 80% de las células productoras de dopamina en la sustancia negra.