La característica principal del ictus es que los síntomas aparecen de forma repentina. Hay algunos que nos pueden ayudar a identificar un ictus:
- Debilidad que afecta a un lado del cuerpo.
- Pérdida de visión en un ojo o parcial en los dos.
- Pérdida o dificultad del habla.
- Pérdida de fuerza o parálisis en un lado del cuerpo o de la cara.
- Pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo o de la cara.
- Inestabilidad, desequilibrio e incapacidad para andar.
- Dolor de cabeza muy intenso y repentino, especialmente si se produce durante un esfuerzo.
El ictus transitorio presenta los mismos síntomas, pero desaparecen rápidamente sin dejar secuelas. Eso no quiere decir que no sea menos importante, sino todo lo contrario. Se trata de una situación de alto riesgo, que requiere ser atendida de manera urgente.