Las vías de administración más comunes son: inyectada (por ejemplo heroína), fumada (por ejemplo, cannabis, tabaco), oral (por ejemplo, drogas de síntesis, alcohol), esnifada (aspirada) (por ejemplo, speed (sulfato de anfetamina), cocaína) y la vía inhalada (por ejemplo, disolventes, colas de impacto).
Cualquiera que sea la vía de administración, la dependencia cursa con una serie de síntomas físicos y psíquicos, entre ellos:
- Fuerte deseo de consumir la sustancia.
- Dificultades para controlar dicho consumo.
- Síndrome de abstinencia al interrumpir o reducir el consumo.
- Tolerancia.
- Abandono progresivo de intereses ajenos al consumo de la sustancia.
- Persistencia en el uso de la sustancia a pesar de percibir de forma clara sus efectos perjudiciales.