Las vías más comunes de transmisión de los virus de la hepatitis B o C son:
- Las transfusiones de sangre y productos sanguíneos contaminados.
- Las intervenciones médicas o dentales sin la esterilización adecuada de los equipamientos y utillaje.
- Relaciones sexuales sin protección con portadores.
- De madre a hijo, durante la gestación, el parto o la lactancia.
- Compartir jeringuillas en adictos a drogas de uso por vía venosa.
- Compartir hojas de afeitar, cepillos de dientes u otros artículos de uso doméstico que puedan estar contaminados con restos de sangre.
- Tatuajes y perforaciones en el cuerpo si no se usan equipos esterilizados.