Tabaquismo
Dependencia a la nicotina
Se denomina tabaquismo a la intoxicación crónica producida por el uso de tabaco en el contexto de un síndrome de dependencia. Puede producir patología cardiorrespiratoria, vascular, renal, etc. Es factor causante de algún tipo de cáncer de pulmón.
Este mal hábito comienza por la etapa conocida como iniciación, por lo general en edad adolescente, por el mero hecho de seguir una moda o de integrarse en un grupo de nuevos amigos.
El tabaquismo empieza con el solo hecho de encender un cigarrillo. Como en todas las dependencias, el consumo a aumentando hasta establecer la dosis de mantenimiento individual que evita los efectos indeseables de la abstinencia. Cuanto mayor es el número de cigarrillos y más prolongado el tiempo que la persona ha fumado, tanto mayor es el daño para su salud.
Los beneficios de dejar de fumar son claros; los ex fumadores, diez años después, tienen el mismo riesgo de contraer enfermedades que los no fumadores. La motivación es fundamental para precipitar un cambio de hábito.
La nicotina es la responsable de la mayor parte de los efectos del tabaco sobre el organismo y es la que provoca la dependencia física al activar circuitos nerviosos cerebrales vinculados con las sensaciones placenteras.
Otro efecto de la nicotina es la liberación por la glándula suprarrenal de adrenalina, que es responsable del aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.
Cuando la nicotina es inhalada como integrante del humo del tabaco se absorbe con rapidez, a mayor velocidad aún que por la vía endovenosa, tanto que al cabo de los 10 segundos ya se encuentra en contacto con el tejido cerebral. La vida media de la nicotina en la sangre es de menos de dos horas y a medida que se reduce la concentración aparecen los síntomas que despiertan el deseo de un nuevo cigarrillo.
Las variaciones entre las personas no solamente dependen del organismo de cada una sino que también dependen de diversos factores, como el número de cigarrillos, la profundidad de la calada, el tiempo de retención del humo en los pulmones, los años de consumo, etc.
Se denomina alquitrán al producto del humo que queda retenido en el filtro. Cada cigarrillo contiene entre 0,8 y 3 mg de nicotina y entre 7 y 20 mg de alquitrán, y produce alrededor de 80 cm3 de monóxido de carbono que, al tener gran afinidad con la hemoglobina, provoca que disminuya la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
Más información en:
Iniciativa Liberarse del Tabaco
http://www.who.int/tobacco/es/
Tabaco y cáncer
http://www.cancer.org/espanol/cancer/queesloquecausaelcancer/tabacoycancer/index