El estrés es una reacción física y emocional ante situaciones extremas que se pone en marcha cuando la persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con cambios, exigen del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su bienestar personal.
Síntomas. Las señales más características del estrés son: nerviosismo, irritabilidad, confusión, dificultad para concentrarse, pensamientos repetitivos, excesiva autocrítica, olvidos, preocupación por el futuro. Todo ello acompañado de cambios físicos (contracturas musculares, dolor de cabeza, malestar estomacal, fatiga, palpitaciones y respiración agitada) y aumento de consumo de alcohol, tabaco.